Testimonios

«Conocí a Olga hace dos años, cuando pasaba por un momento de incertidumbre total en el que estaba muy perdida. Ella me ayudó a salir del agujero y a ver todo lo positivo que tengo, así como el camino para enfocarme en lo que quiero. Al final estoy más centrada y positiva. Es una gran profesional».

Reyes Jordán


«Cuando empecé las sesiones de terapia con Olga estaba en un momento personal muy amargo. Todo era muy complicado, todo era difícil de afrontar y no sabía cómo continuar. Estaba inmersa en inseguridades y miedos que no me veía capaz de superar. Mi autoestima estaba muy dañada y la tristeza me invadía constantemente al ver que no sabía cómo avanzar.
Necesitaba que alguien me diese coraje y me dotase de valor para ver más allá de la montaña  de obstáculos que tenía delante. Que era yo misma.
Ese alguien fue Olga. Gracias a ella abrí mi perspectiva y mi percepción de todo lo que estaba pasando en mi mundo. Me ayudó a conocerme y a saber cuáles eran mis debilidades y mis miedos. Sobre todo cómo afrontarlos y a ponerme las cosas fáciles. Porque lo importante era  estar bien conmigo misma.
Me fortaleció y me hizo pensar de que todo lo que me propusiese lo podría conseguir dependiendo sólo de mí.  Recuperé la confianza y perdí muchos miedos.
Estaré siempre agradecida a esos momentos tan duros y tristes que se transformaron en retos y oportunidades. Aprendí a crecer personalmente y a valorarme. Si he crecido ha sido gracias a ti, Olga. Muchas gracias por ayudarme a quererme».

Margalida Pons


«Cuando todo es tan frenético te ves implicada en una espiral que afecta toda tu vida. En mi caso, en lo laboral sí o sí ese era el camino que tenía que seguir porque si no, no estaba a la altura, me podía quedar sin trabajo y nunca nadie antes había dicho que no. Me había fallado a mí misma, no me veía, era como si no sintiera pero sufrir, sufría cada minuto. Me resistía a seguir, me empeñaba en demostrar a los demás que aquello era un horror, ¿para qué? Me respondían con un superficial «tienes razón» que nunca me reconfortaba y yo seguía igual. Finalmente, me di cuenta de que los demás no podían decidir por mí y que si perdía el miedo nadie podía pararme….entonces acudí a terapia. Olga me dio pautas para mejorar la autodeterminación, saber poner límites y me ayudó a empoderarme».

M. Massot