¿Por qué con perspectiva de género?
El género es una construcción social que se nos impone y afecta y condiciona nuestra manera de ser, pensar y sentir. No es casual que la mayoría de mujeres tengamos los mismos malestares: depresión, ansiedad, inseguridad, culpa, baja autoestima…Y que muchos hombres tengan dificultades para conectar y expresar sus emociones.
Mi forma de hacer terapia desde un enfoque de género consiste en poner la mirada en las estructuras y relaciones desiguales de poder y mostrar a la persona que ella es su propia salvadora, y que las expectativas, roles y responsabilidades deben ser exploradas y aceptadas por la persona y la terapeuta.
La terapia feminista entiende que las mujeres se encuentran en desventaja en el mundo por razones de sexo, género, sexualidad, etnicidad, religión, edad y otras categorías. Muchos de los problemas que surgen en la terapia se deben a las fuerzas sociales que retiran el poder a las mujeres, por lo que el objetivo de la terapia es identificar esas fuerzas y otorgar poderes a la persona. En una terapia feminista, cliente/a y terapeuta colaboramos como iguales.
La terapia feminista se desarrolló debido a las preocupaciones de que las terapias tradicionales no estaban ayudando a las mujeres. Preocupaciones específicas que incluyen el sesgo de género y los estereotipos que surgen en una consulta; culpar a las víctimas de abusos físicos y sexuales; presuponer una familia nuclear tradicional; y la permanente y continua eliminación de las mujeres del discurso psicológico. Otra de las razones por las cuales apareció una visión feminista de la terapia psicológica fue por la visión crítica que se comenzó a tener desde diferentes grupos, sobre la forma de proceder de diferentes profesionales; y como una forma de cuestionar la forma en la que la medicina y la psicología había estado relatada en su mayoría por hombres.
Es una corriente psicológica que puede resultar útil tanto en mujeres como en hombres, ya que los hombres también se encuentran condicionados por cuestiones de género.
Tomar conciencia de que existen diferentes vivencias para hombres y mujeres, supone poner atención a cuáles son estas diferencias y cómo están afectando a la salud mental y emocional de la persona.
Marcela Lagarde